Cines Centro

Ya lo sé desde hace semanas, pero todavía no lo asumo.

No sé qué haré cuando llegue el otoño y en Gijón salgan debajo de las piedras un montón de barbas y gafas de pasta con bufanda que abarrotan la ciudad durante diez días.

No sé qué haré cuando no pueda apurar la merienda y cortar de cuajo una agradable conversación con amistades, quedando amontonada y muchas veces olvidada.

No sé qué haré cuando ya no tenga sentido atravesar corriendo el pasadizo entre el Teatro Jovellanos y la Plaza San Agustín, y de esa forma mitigar los efectos de una obstinada lluvia, muy típica de esas fechas.

No sé qué haré cuando ya no suba por las escaleras mecánicas, mirando como los ancianos juegan al dominó, a las cartas o al parchís, en el centro de la tercera edad que ocupa el entresuelo, sin necesidad de buscar apresuradamente las entradas que corresponden con el próximo pase.

No sé qué haré cuando ya no pueda buscar la esquina derecha de la sala y aprovechar las últimas luces para leer la sinopsis, mientras introducen  la película.

Algunos aseguran que las butacas eran incómodas, que las salas eran pequeñas, que los proyectores no eran digitales, que el sonido era malo, que no se invirtieron las cantidades adecuadas. Puede que todo sea cierto, pero mucho más a gusto me sentía en una de esas salas que en las modernas salas con sonido atronador, que muchas veces no proviene solo de la película, sino de los que van al cine para aportar en vez de recibir.

Esta situación me recuerda mucho a los westerns en los cuales el ferrocarril dejaba obsoletos a hombres que cabalgaban por Monument Valley, o al agonizante Calvero que se arrastraba por los escenarios sin hacer reír en Candilejas.

Precisamente, el celuloide siempre ha reflejado de forma acertada estos momentos, el tránsito entre el fin de una época y el comienzo de otra.

Los Cines Centro de Gijón, sin duda marcaron una época. Esperemos que no sea el principio del fin del Festival Internacional de Cine de Gijón y al igual que Calvero, encuentre su Thereza. Si no es así, el mes de noviembre quedará con pocos alicientes.

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